jueves, 26 de abril de 2012

EGO MICROSCOPICO


El estudio del sedimento urinario es un método diagnóstico muy simple en esta época, en la cual las técnicas de estudios complementarios son tan complejas. Sin embargo, éste representa un medio diagnóstico auxiliar muy valioso, no sólo por su sencillez, sino también por su rentabilidad. Pero, a pesar de su simplicidad, este método diagnóstico sólo puede ser aprovechado por el médico que tiene cierta experiencia en relacionar el cuadro clínico con los datos obtenidos a través del sedimento, y es muchas veces una tarea difícil establecer una correcta correlación en la práctica diaria.

Cuando se estudia el sedimento urinario con el microscopio, se reconocen numerosas estructuras con una forma muy diversa. En primer lugar, se pueden observar células de la vía urinaria descendente y de los riñones, así como sangre, sales urinarias precipitadas con forma cristalina o cilindros formados en los canalículos renales que aparecen como bandas anchas y estrechas en el campo visual.
Al análisis óptico de la orina se agrega su examen químico a través de las tiras reactivas, las cuales logran evidenciar la presencia de proteínas, hematíes, leucocitos, nitritos, así como aportan información acerca del ph y la densidad. Sin embargo, el médico debe conocer las limitaciones y ventajas de las tiras reactivas y del estudio del sedimento.


SEDIMENTO URINARIO
El sedimento normal se halla prácticamente vacío, aunque en ocasiones pueden observarse células de la vía urinaria e incluso de los genitales externos, así como eritrocitos o leucocitos aislados, cristales, sales amorfas o filamentos de moco, resultando el resto de los elementos de probable origen patológico. Los componentes patológicos que se observan más a menudo son bastante inespecíficos y se evidencian en diversas enfermedades de la vía urinaria.

Los cuales son:

ERITROCITOS
Los hematíes se eliminan en forma muy reducida en la orina, incluso en personas normales, con aumento 400x, se puede observar aproximadamente 0 a 2 hematíes por campo. Éstos se identifican al examen microscópico como discos redondos de color débilmente amarillo rojizo, con doble contorno.
 
En las orinas hipotónicas se hinchan y en las hipertónicas se arruganLa morfología de los hematíes puede revelar el origen glomerular o postglomerular de la hematuria. Los eritrocitos que atraviesan el canal glomerular aparecen "dismórficos", es decir, se desforman, fragmentan y tienen muescas
Estas células se diferencian de los hematíes uniformes de origen postglomerular. La hematuria glomerular se sospecha cuando más del 80% de los hematíes tienen aspecto dismórfico. De todas formas, la observación de hematíes eumórficos no descarta la enfermedad glomerular. Los acantocitos, es decir los hematíes en forma de anillo y evaginaciones, son característicos de la enfermedad del glomérulo. Un 5% de ellos con relación a la totalidad de los eritrocitos sugiere fehacientemente una hematuria glomerular, probabilidad que aumenta aun más si el porcentaje aumenta a un 10%. Elementos que apoyan la sospecha de una hematuria de origen glomerular son la presencia simultánea de cilindros eritrocitarios, granulosos, hialinos.
LEUCOCITOS
Cuando se habla de leucocitos casi siempre se habla de granulocitos, y estos indican la presencia de procesos inflamatorios del riñón y la vía urinaria. Al examinar un sedimento urinario de una persona sana, pueden detectarse hasta 5 leucocitos por campo de 400x, sin que esto tenga significado patológico. Son células de tamaño mayor a los hematíes y menor a las células epiteliales, con presencia de núcleo sementado y granulaciones.
 
En la mujer debe tenerse en cuenta que los leucocitos hallados pueden ser de origen vaginal, sobre todo si se acompañan de una gran cantidad de células de epitelio plano, por lo que el estudio de la orina de chorro medio puede ser de gran valor para aclarar esta cuestión.
Si además de la leucocituria se evidenciaran cilindros leucocitarios procedentes de los túbulos, el origen sería renal y el diagnóstico pielonefritis.
En los casos de leucocituria estéril (sin desarrollo bacteriano en los urocultivos) deberá descartarse tuberculosis, micosis, clamidias, herpes simple así como también Nefritis intersticial medicamentosa.
EPITELIO
Los elementos epiteliales son frecuentes en el sedimento urinario y su valor diagnóstico muy reducido.
Existen diversos tipos:
Epitelio plano: Procede de los genitales externos o de la porción inferior de la uretra. Se trata de grandes células de aspecto irregular con un núcleo pequeño y redondo, pudiendo observarse en forma frecuente un repliegue parcial en el borde celular.
 
Epitelio de transición: Tiene su origen desde la pelvis renal, uréter y vejiga, hasta la uretra. Su presencia acompañada de leucocituria puede indicar una inflamación de la vía urinaria descendente. En caso de apreciar anomalías nucleares deberá descartarse un proceso maligno. Estas células son más pequeñas que las del epitelio plano, son redondeadas con "cola" y su núcleo es más grande y redondo.
   
Epitelio tubular o renal: Son células algo mayores que los leucocitos y presentan granulaciones. Su núcleo, de difícil visualización es grande y redondo.
Las células de epitelio tubular que contienen gotas de grasa muy refringentes en el protoplasma, se conocen como células granulosas o cuerpos ovales grasos y su presencia sugiere la existencia de un Sme. Nefrótico.
CILINDROS
La presencia de cilindros indica casi siempre la presencia de una enfermedad renal, aunque la evidencia de alguno de ellos (hialinos y granulosos) pueden encontrarse en personas sanas tras grandes esfuerzos físicos.
Por lo general la cilindruria cursa con proteinuria, ya que los cilindros se originan por el espesamiento de las proteínas o su precipitación sobre todo en el túbulo distal.

Los cilindros son estructuras longitudinales que se corresponden con la luz de los túbulos y que pueden contener diferentes elementos.

Existen diversos tipos de cilindros:
Cilindros hialinos: Está compuestos por una proteína de alto peso molecular (mucoproteina de Tamm-Horsfall) que se produce y elimina en cantidades muy pequeñas en condiciones normales. Estos cilindros son homogéneos, incoloros, transparentes y poco refringentes, por lo que son fáciles de omitir.
Pueden aparecer en forma aislada en personas sanas o tras la administración de diuréticos potentes como la furosemida, sin embargo su número aumenta drásticamente durante el curso de un Sme. Nefrótico. No es raro detectar cilindros hialinos con inclusiones celulares (eritrocitos, leucocitos, epitelio tubular), lo que determina la presencia de enfermedad del parénquima renal.




- Cilindros granulosos: Ocasionalmente pueden aparecer en personas sanas, aunque su presencia se relaciona con enfermedades agudas y crónicas del riñón. Suelen ser más grandes que los hialinos y presentar inclusiones granulares. No es raro observar una mezcla de cilindros hialinos y granulosos.
- Cilindros céreos: Suelen ser más anchos que los hialinos, muestran una refringencia mucho mayor y no son fáciles de omitir. Presenta muescas o hendiduras finas en sus bordes, que se dirigen perpendicularmente al eje longitudinal del cilindro.
Su presencia indica siempre una enfermedad renal crónica grave en un paciente con insuficiencia renal crónica avanzada, pero en ocasiones puede observarse en la fase de recuperación de la diuresis luego de una período de anuria.
Cilindros epiteliales: Están compuestos de epitelio tubular descamado. Su presencia se aprecia especialmente en la fase de recuperación de la diéresis luego de una falla renal aguda por necrosis tubular isquémica o tóxica. Son poco frecuentes. 
Cilindros con inclusiones lipídicas: Se diferencian de los epiteliales por la inclusión de gotas de grasa en las células tubulares. Se observan en el curso de un Sme. Nefrótico .



Cilindros eritrocitarios: Se componen de eritrocitos hinchados que se adhieren a una sustancia fundamental hialina. Indican siempre el origen renal de la hematuria y por consiguiente se trata de un hallazgo muy valioso. Aparecen fundamentalmente en la Glomerulonefritis aguda y crónica y también en la Nefropatía lúpica, panarteritis nodosa, endocarditis bacteriana asociada a Glomerulonefritis.
Cilindro leucocitario: Se producen cuando ocurre una exudación intensa de leucocitos y al mismo tiempo se eliminan proteínas por el túbulo. Su presencia tiene fundamental importancia ya que demuestra que la inflamación es de origen renal, casi siempre, a causa de una pielonefritis.
CRISTALES
Los cristales pueden adoptar múltiples formas que dependen del compuesto químico y del ph del medio.
En comparación con otros elementos de la orina, los cristales sólo poseen significación diagnóstica en muy pocos casos.
- Uratos: Se encuentran en forma amorfa en orinas ácidas o conformando un cilindro, lo que puede llevar a confusión. Cuando se eliminan en grandes cantidades, se reconocen macroscópicamente como un precipitado rojo-pardo (polvo de ladrillo).
 
Urato amónio: Aparece en orinas ligeramente alcalinas como pequeñas esferas de color amarillo pardo. No tiene ningún significado diagnóstico especial.

 
Ácido úrico: En la orina ácida pueden adoptar múltiples formas (cuadros romboidales, rosetas, pesas, barriles, bastones). Son frecuentes en orinas concentradas, como ocurre en la fiebre, en la gota y en la lisis tumoral.
 
Oxalato de calcio: Es incoloro y muy birrefringente. Es característica su forma en sobre de carta. Se producen con gran frecuencia luego de la ingesta de alimento ricos en oxalato.
 
Sulfato de calcio: Se observan como agujas largas y finas. Son raros y sólo se detectan en orinas muy ácidas.

- Fosfato amónico-magnésico: Se aprecian como formas incoloras en "tapa de ataúd" en la orina alcalina. Aparecen como consecuencia de la fermentación amoniacal en casos de bacteriuria marcada.
 
Cistina: Se detectan en orinas ácidas como cuadros hexagonales incoloros. Se observan en la cistinuria, trastorno congénito de la reabsorción tubular de cistina.
OTROS
Cuerpos cilindroides y pseudocilindros
Es importante conocer estas estructuras para no confundirlas con los verdaderos cilindros.
Tienen forma de banda longitudinal, acaban en punta por los extremos o se disponen en filamentos. Su origen no está bien determinado.
Tricomonas 
Se destacan en el sedimento urinario por su movilidad, por lo que no basta con observar una imagen inmóvil con un aspecto sugerente. Se trata de estructuras redondas u ovaladas que disponen de cuatro flagelos en uno de los polos, generalmente móviles. Su tamaño es aproximadamente 2 a 3 veces mayor que el de los leucocitos. Suelen encontrarse en la orina de mujeres con infección vaginal y en ocasiones indican infección vesical.

LEVADURAS 

La infección masculina de la levadura ocurre normalmente después de contacto con las mujeres que tienen la infección de la levadura. Las infecciones de la levadura son causadas generalmente por un organismo llamado los albicans de Candida o el Candidiasis y allí no es ninguna evidencia directa que está pasado. Las infecciones de la levadura son el segundo tipo común de experiencia de las mujeres de la infección (el vaginosis bacteriano es el más común). Sobre el 70% de mujeres desarrollar por lo menos una infección de la levadura durante tu vida y sobre el 40% de mujeres han tenido más de una infección. La infección masculina de la levadura ocurre cuando las bacterias de la levadura. Algunos de los síntomas del tener una infección de la levadura en varones son jock pican, el picar y el dolor severo, la sensación ardiente y mientras que pasan la orina, color rojo el al frente, una descarga clumpy, blanca, dolor y los remiendos y las ampollas que pican, rojas y una sensación ardiente en la extremidad del transeúnte pican. El lubricante que contiene nonoxynol-9 puede también actuar como factor que contribuye a las infecciones anales de la levadura. Nonoxynol-9 se sabe para contribuir al desarrollo de la infección de la levadura en mujeres también.